
Dolor de espalda
El dolor de espalda es una de las dolencias musculoesqueléticas más comunes y afecta a personas de todas las edades. Puede deberse a diversas causas, como problemas mecánicos, inflamaciones, infecciones, procesos neoplásicos y traumatismos. La presentación clínica del dolor de espalda puede variar en función de la causa subyacente, pero los signos y síntomas primarios suelen compartir ciertas características.
Los principales signos y síntomas asociados al dolor de espalda son:
Dolor localizado
- El dolor de espalda se suele sentir en la parte baja de la espalda (columna lumbar), aunque también puede afectar a la parte media de la espalda (columna dorsal) y al cuello (columna cervical).
- El dolor de espalda lumbar suele asociarse a problemas mecánicos como distensiones musculares, hernias discales y cambios degenerativos.
- El dolor puede irradiarse a los glúteos, los muslos o la parte inferior de las piernas en casos de compresión nerviosa (por ejemplo, ciática). El dolor referido se produce cuando el dolor originado en estructuras como los riñones o el sistema gastrointestinal puede presentarse como dolor de espalda y requiere una evaluación cuidadosa.
Características del dolor
- Pueden ser agudas (menos de 6 semanas) o crónicas (más de 3 meses), y varían en intensidad.
- El dolor de espalda mecánico tiende a empeorar con determinados movimientos o actividades.
- Un dolor que empeora por la noche puede indicar una patología más grave, como una neoplasia espinal o una infección.
Rigidez y disminución de la amplitud de movimiento
- La reducción de la flexibilidad puede experimentarse tanto en el dolor de espalda agudo como en el crónico.
- El dolor de espalda agudo suele ir asociado a espasmos musculares. Los pacientes pueden adoptar posturas o patrones de marcha anormales para evitar el dolor.
Síntomas neurológicos
- Puede incluir dolor radicular, entumecimiento u hormigueo, debilidad y disfunción vesical o intestinal (en casos graves de compresión nerviosa).
Cambios posturales y de la marcha
Impacto en la función


Intervenciones
Fisioterapia y ejercicio son intervenciones habituales para tratar el dolor de espalda.
Los tratamientos conservadores pueden incluir terapia de frío y calor, masajes terapéuticos y vendajes o férulas.
Se ha demostrado que la acupuntura es eficaz tanto para el dolor de espalda agudo como para el crónico, ya que reduce la inflamación y potencia los mecanismos naturales de curación del organismo.
Hay una gran variedad de Modalidades médicas y quirúrgicas que se pueden utilizar para tratar el dolor de espalda, incluyendo (pero no limitado a), los AINES, los corticoesteroides y las inyecciones de bloqueo nervioso, la terapia de plasma rico en plaquetas (PRP) y TENS (estimulación nerviosa eléctrica transcutánea). La cirugía es una consideración para problemas graves o estructurales.
PBMT DE ALTA INTENSIDAD y TERAPIA DE ONDAS DE CHOQUE
La investigación nos lleva ahora a combinar intervenciones como la terapia de ondas de choque y la terapia de fotobiomodulación (PBMT) con la fisioterapia convencional. Los resultados de la investigación demuestran que esta terapia combinada ofrece mejores resultados que cualquiera de las dos intervenciones por separado. Los efectos terapéuticos de la PBMT y la terapia con ondas de choque extracorpóreas (ESWT) en la mejora del dolor y la función han sido ampliamente respaldados en estudios de investigación.
Este estudio (de la Barra et al 2024) demostró claramente que Alta intensidad PBMT tiene un efecto positivo sobre el dolor y la función en diversos trastornos cervicales
Otra revisión sistemática con metanálisis realizada por Abdildin et al (2023), nos mostró que el HI PBMT también puede tener un impacto positivo sobre el dolor y la discapacidad asociados al dolor lumbar crónico
Una intervención que ha ganado popularidad recientemente es la terapia con ondas de choque. Se utiliza ampliamente en el tratamiento de las tendinopatías. Aunque no influye directamente en los nociceptores, se ha demostrado que mejora el dolor y la función al acelerar el proceso de curación. La investigación contemporánea está revelando cada vez más usos de la terapia con ondas de choque, incluidos los problemas de espalda y cuello.
Un estudio de Wu et al (2023), revisó la investigación con dispositivos de ondas de choque focalizadas y ondas de choque radiales y concluyó que la terapia con ondas de choque ha demostrado mejorar el dolor y la función eficazmente en pacientes con dolor lumbar a largo plazo.
Más información sobre los efectos terapéuticos de PBMT y Terapia de ondas de choque Extracorpórea en la mejora del dolor y la función.